Uso de insecticidas domésticos en Europa
Aunque lo más recomendable es no utilizar plaguicidas en nuestros hogares, las ventas en Europa de productos biocidas de uso no profesional para combatir cucarachas, hormigas, moscas o mosquitos en casa se cifraron en 903 millones de euros en 2018. España, junto con Italia y Austria va a la cabeza del consumo de insecticidas de uso doméstico en Europa.
La presencia de determinados insectos en casa levanta preocupación y desagrado en la mayoría de personas, que en muchas ocasiones recurren rápidamente a los insecticidas para intentar deshacerse de ellos. Y esto parece ocurrir especialmente a menudo en los hogares españoles.
Lo cierto es que algunos insectos pueden transmitir enfermedades, atacar nuestras pertenencias o estropear nuestros alimentos. Y también que algunos de ellos, como las chinches o ciertas especies de mosquitos invasores vectores de enfermedades están emergiendo como plagas, otros como las garrapatas se están expandiendo a nuevas áreas geográficas y con ellas la enfermedad de Lyme, y que en definitiva a nadie le gusta tener cucarachas o moscas, con su potencial de transmitir patógenos de forma mecánica, merodeando por la cocina.
Empleo de insecticidas de uso doméstico
Los productos insecticidas de uso doméstico son ampliamente utilizados por el público europeo en general para combatir la presencia de insectos no deseados, con o sin éxito, pero en todo caso deben ser utilizados con la máxima precaución y seguridad, ya que, no debemos olvidar que, aunque se encuentran estrictamente regulados, son productos tóxicos. Y, por otra parte también hay que tener en cuenta que un uso indebido de estos productos puede potenciar la aparición de resistencias entre los insectos.
En 2018 el total de ventas de este sector se estimó en 903 millones de euros en la UE/EEE, siendo los productos más consumidos los sprays o aerosoles de uso inmediato contra insectos rastreros o voladores, seguidos de dispositivos eléctricos contra moscas y mosquitos, las formulaciones en forma de cebo contra insectos rastreros y voladores, y las espirales de liberación lenta, principalmente para mosquitos.
Ventas y consumo en Europa
Entre 2012 y 2018, las ventas de insecticidas de uso doméstico en Europa experimentaron un crecimiento desde 823 millones de euros hasta 903 millones de euros. Los grandes consumidores de estos productos en 2018 fueron España, Italia y Austria, con un nivel de consumo de más de 3 euros por habitante. Les siguen Francia, Grecia y Suiza con 2-3 euros. Mientras que Croacia, Hungría, Rumania, Eslovaquia, Eslovenia, Bélgica, Chipre, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Luxemburgo, Malta, Noruega y Portugal tuvieron un consumo por habitante entre 1-2 euros. Y, finalmente, estarian Bulgaria, República Checa, Letonia, Lituania, Polonia, Serbia, Islandia, Irlanda, Países Bajos, Suecia y Reino Unido con menos de 1 euro.
Antes de usar un plaguicida…
…hay que tener en cuenta que, con frecuencia su uso es innecesario. Unas prácticas correctas de higiene y un buen mantenimiento del hogar, eliminando lugares por donde los insectos puedan acceder o esconderse, minimizaran las posibilidades de que las plagas encuentren refugio, agua o alimento y provoquen una infestación.
También hay que tener claro que muchas situaciones de plaga sólo pueden ser abordadas de forma segura y eficaz por profesionales especializados. Y que, especialmente si hemos realizado un tratamiento con productos de uso doméstico y el problema persiste o se agrava es urgente poner el problema en manos de profesionales.
Si los utilizamos, con precaución
En el caso de que decidamos utilizar insecticidas de uso doméstico debemos tomar las siguientes precauciones:
- Adquirir solamente productos en su envase original y que estén expresamente autorizados y registrados en el Ministerio de Sanidad como biocidas de uso doméstico.
- Seleccionar siempre el insecticida para el insecto específico que necesitamos tratar. La mezcla de sustancias distintas no presupone mayor eficacia en el control de la plaga, por el contrario, las consecuencias para la salud y para el medio ambiente pueden ser imprevisibles y no siempre deseadas.
- Seguir cuidadosamente las instrucciones de uso de la etiqueta y las dosis recomendadas
- Antes de aplicar el insecticida, debemos guardar en lugar seguro todos los alimentos y piensos. No exponer nunca a contaminación con biocidas las superficies susceptibles de entrar en contacto con los alimentos posteriormente.
- Aplicar todas las medidas de protección personal indicadas en la etiqueta, por ejemplo usar guantes, mascarilla, etc
Fuentes: AISE (International Association for Soaps, Detergents and Maintenance Products) y Madridsalud.es