Las ratas como bioindicadores de la resistencia antimicrobiana en ciudades

Desactivado Por Plagas Urbanas

Las ratas comunes urbanas (Rattus norvegicus) son portadoras y diseminadoras potenciales de bacterias resistentes a los antibióticos. Dada su presencia ubicua en las ciudades, las características de sus habitats y su comportamiento como especie silvestre en las ciudades, se consideran buenos bioindicadores para los programas de vigilancia de resistencia antimicrobiana en los ecosistemas urbanos.

 

La aparición y diseminación de bacterias resistentes a los antibióticos es un problema global, al que hay que aproximarse teniendo en cuenta el concepto One Health: la salud de las personas está interrelacionada con la salud de los animales y del medio ambiente.

En la vigilancia de este relevante problema de salud pública, pueden ayudarnos algunas especies de animales que conviven estrechamente con los humanos, como por ejemplo las ratas urbanas comunes (Rattus norvegicus).  Asi lo constata un estudio realizado en Viena (Austria) y publicado en Eurosurveillance.

Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, que pueden servir como focos para la introducción y difusión de patógenos. La densa población humana, el incremento de interacciones con la vida silvestre y el microclima cálido urbano favorecen la aparición de zoonosis transmitidas por la vida silvestre en las ciudades.  En relación a la resistencia antimicrobiana (RAM) en patógenos, las ratas urbanas, consideradas la especie de plaga urbana más prolífica y extendida, son particularmente relevantes.

Las ratas sinantrópicas se alimentan de desechos humanos, colonizan el sistema de alcantarillado e interactúan frecuentemente con las heces humanas. Por lo que están expuestas a residuos antimicrobianos antropogénicos y pueden adquirir, transportar y propagar bacterias resistentes a múltiples fármacos. Estudios han mostrado la presencia de bacterias resistentes en ratas urbanas de numerosas ciudades, entre ellas Pireo, Berlin, Hong Kong, Vancouver o Tokyo.

Bacterias resistentes en ratas de Viena

En el caso de estudio realizado en Viena, el objetivo principal fue determinar si las ratas urbanas de dos lugares muy frecuentados del centro de la ciudad, Karlsplatz y Danube Canal, son portadoras de Enterobacteriaceae y Staphylococcus spp resistentes a los antimicrobianos.

Aunque la interacción entre los reservorios de bacterias resistentes en la fauna silvestre urbana y el riesgo para la salud humana todavía no bien conocida, la prevalencia general de la resistencia antimicrobiana observada en las ratas muestreadas, del 62,9%, es preocupante según los autores.

Las muestras se tomaron de  62 ratas marrones urbanas, capturadas en 2016 y 2017, en las que se aislaron 8  E.coli resistentes a múltiples fármacos, 2 Enterobacter xiangfangensis ST114 y 44 Staphylococcus spp resistentes a los antimicrobianos.

Además, doce de las 39 ratas que dieron positivo mostraron colonización múltiple, con dos (10 ratas), tres  (1 rata) o cuatro (1 rata) aislados resistentes a los antimicrobianos.

No se encontró ningún impacto significativo del lugar de captura, el sexo o la edad  (aproximada por el peso corporal y la longitud) de las ratas en la aparición de resistencia a los antimicrobianos, o en la intensidad de la colonización bacteriana múltiple de los animales.

Los aislamientos de Enterobacteriaceae y Staphylococcus spp.  en las ratas de ambos puntos de muestreo, distanciados por unos 3km, compartieron respectivamente el mismo perfil de RAM, aunque las frecuencias relativas de fenotipo fueron ligeramente diferentes y la resistencia a la fluoroquinolona en Staphylococcus spp. solo se encontró en Karlsplatz.

Esto, según los autores, respalda la hipótesis de que las ratas adquieren del medio ambiente las bacterias resistentes, incluidos los alimentos desechados, y sugiere que estos animales pueden actuar como reservorio en las ciudades. Sin embargo probar la transmisión de la rata al ser humano es todavía un reto pendiente.

 

Fuente: Urban brown rats (Rattus norvegicus) as possible source of multidrug-resistant Enterobacteriaceae and meticillin-resistant Staphylococcus spp., Vienna, Austria, 2016 and 2017, Eurosurveillance