Escucha y dispara: la sorprendente técnica de caza de la araña tirachinas

Escucha y dispara: la sorprendente técnica de caza de la araña tirachinas

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La araña tirachinas caza de una manera única: localiza a su presa en vuelo gracias a un oído muy desarrollado y luego proyecta su red sobre ella en una fracción de segundo.

En el mundo de las arañas, las generalidades a veces son engañosas. Así, entre las aproximadamente 52.500 especies descubiertas hasta la fecha, se pueden distinguir dos tipos: las tejedoras de telarañas, por un lado, y las errantes, por otro. En el primero, la caza suele ser pasiva. Sus redes, que vienen en una amplia variedad de formas, sirven como trampas inmóviles esperando que alguna presa quede atrapada en ellas. Pero en la familia Theridiosomatidae, las redes circulares (orbiteles) presentan una cierta «innovación técnica»: un hilo, tejido desde el centro de la red hacia una ramita o una roca, que sirve de ancla para modular la red hasta darle la forma de un cono. Al acercarse a una presa, la araña Theridiosoma gemmosum levanta sus patas traseras, suelta el hilo y se impulsa con la tela hacia el insecto que pasa, enredándolo en su pegajosa trampa. Además de merecerle el nombre de «araña tirachinas», esta estratagema le otorga a la especie la capacidad de atrapar presas que estarían fuera de su alcance con una red estática.

Aunque la técnica ya era conocida, los investigadores no sabían cómo la araña detectaba la presencia de su presa ni cómo determinaba la dirección en la que lanzarse. Sin una señal mecánica transmitida por el contacto del insecto con la red, ¿podría ser que Theridiosoma gemmosum sea capaz de visualizar un insecto a esta distancia? Sarah Han y su equipo de la Universidad de Akron en Estados Unidos realizaron experimentos para descubrirlo.

En 2016, otro equipo estadounidense demostró que las arañas saltadoras (de la familia Salticidae) eran capaces de escuchar sonidos distantes, gracias a sus cerdas sensoriales, una especie de pequeños pelos, en su mayoría inervados, presentes en la superficie de las patas de los arácnidos. Entre estas cerdas, las «tricobotrias» reaccionan a las vibraciones del aire y permiten, por ejemplo, captar el susurro de las alas de los insectos.

Para confirmar la hipótesis de que las arañas tirachinas perciben las vibraciones de sus presas antes de impulsarse, los investigadores realizaron una serie de experimentos con diecinueve individuos, involucrando dos fuentes de sonido. Uno con un diapasón, el otro con un mosquito vivo colgando del extremo de una varilla. El primero produce un sonido similar al aleteo de un insecto sin tener el aspecto visual, y el segundo corresponde al de una presa natural.

Para verificar la dirección del lanzamiento de la red, los investigadores definieron un «cono de captura», correspondiente al área dentro del alcance de la red cuando es impulsada. Luego presentaron sucesivamente cada objeto en el frente, en el cono de captura, luego en la parte posterior, y compararon el número de veces que la araña se impulsaba: cuando el objeto se presentaba en el frente y cuando se presentaba en la parte posterior.

Resultados: la araña se propulsa bien hacia el objeto presentado (diapasón, como un mosquito) cuando emite un sonido, y con mayor frecuencia cuando se encuentra dentro del cono de captura. De esta manera, la red llega directamente al insecto volador, en una fracción de segundo.

La araña parece determinar la presencia de su presa por las vibraciones en el aire, pero ¿cómo determina la dirección precisa? ¿Utiliza señales visuales? A diferencia de otras arañas, Theridiosoma gemmosum no tiene una vista excelente: no puede distinguir un diapasón de un insecto. Los investigadores observaron esto durante uno de los experimentos: cuando se presentó un mosquito dentro del cono de captura, la araña no reaccionó al no batir sus alas, pero tan pronto como reanudó su vuelo, la araña corrió inmediatamente hacia el insecto.

Basándose en estas observaciones, Han y su equipo plantean la hipótesis de que las arañas tirachinas podrían comparar los sonidos que perciben a través de sus sedas sensoriales con las vibraciones que perciben a través de la red para determinar si hay o no un insecto dentro del cono de captura. Pero se necesita más investigación para definir cómo estas arañas evalúan la posición de sus presas y si la tensión de la red y la forma del cono tienen un impacto.