El tardígrado, el único ser vivo que sobreviviría a un cataclismo astronómico
Vivirán en la Tierra hasta que el Sol muera.
Los tardígrados llamados comúnmente osos de agua debido a su aspecto y movimientos, constituyen un filo de Ecdysozoa dentro del reino animal, caracterizado por ser invertebrados, protóstomos, segmentados y microscópicos (de 500 µm de media). Además se agrupan dentro del gran grupo de los parartrópodos por presentar caracteres que sugieren que comparten un antecesor común con los artrópodos, junto a los onicóforos. Los tardígrados fueron descritos por primera vez por Johann August Ephraim Goeze en 1773, el cual los denominó como oso de agua y hace referencia a la manera en la que caminan, similar al andar de un oso. Más tarde, el término tardígrado (que significa ‘de paso lento’) fue dado por Lazzaro Spallanzani en 1777 justamente debido a la lentitud de este insecto.
Son organismos extremófilos (resistentes a condiciones extremas), con características únicas en el reino animal como poder sobrevivir en el vacío del espacio o soportar presiones muy altas de casi 6000 atmosferas; pueden sobrevivir a temperaturas de -200 °C y hasta los 150 °C, a la deshidratación prolongada (pueden pasar hasta 10 años sin obtener agua) o a la radiación ionizante.
El tardígrado será el último superviviente en la Tierra. No importa si choca un asteroide contra la superficie del planeta o si explota una supernova en una galaxia cercana, en cualquier caso, habrá una forma de vida que sobrevivirá en nuestro planeta. Sólo la muerte del Sol podría acabar con el tardígrado.
Un nuevo estudio publicado este viernes en la revista Scientific Reports asegura que este animal microscópico (Hypsibius dujardini) podría sobrevivir a una posible extinción provocada por cualquier posible catástrofe astrofísica. Según los autores, permanecerá sobre la faz de la Tierra mucho más tiempo que los humanos. Sólo si se apagase el Sol, lo que los científicos estiman que ocurrirá dentro de 10.000 millones de años, acabaría con esta especie.
«Sin nuestra tecnología para protegernos, los seres humanos somos una especie muy sensible. Los cambios sutiles en el ambiente nos impactan de forma muy fuerte. Hay especies mucho más resilientes en la Tierra. La vida en este planeta puede continuar mucho después de que los seres humanos se hayan ido», ha asegurado Rafael Alves Batista, coautor del estudio e investigador en el Departamento de Física de Oxford, en un comunicado.
El tardígrado, u oso de agua, es la forma de vida más resistente del planeta, según la ciencia. Puede sobrevivir durante 30 años sin comida ni agua, vivir en el vacío helado del espacio y resistir las más extremas condiciones, incluidas temperaturas de 150ºC o niveles de radiación que matarían al ser humano, según la investigación.
Los autores del estudio, pertenecientes a las universidades de Oxford y Harvard, han asegurado que podrá sobrevivir a todas las amenazas astrofísicas consideradas en el estudio, ya que ninguna de ellas sería lo suficientemente potente como para hervir el agua de los océanos.
Para llegar a esta conclusión, los científicos han considerado tres potenciales acontecimientos astronómicos que podrían acabar con la vida en el planeta. Estos son el impacto de un meteorito, una explosión estelar en forma de supernova y una explosión de rayos gamma. Ninguno de ellos supondría un riesgo para los tardígrados, según el estudio.
«Los tardígrados están cerca de ser indestructibles mientras permanezcan en la Tierra, pero es posible que haya otros ejemplos de especies resilientes en otras partes del Universo», según Rafael A. Batista.
El doctor David Sloan, coautor de la investigación, ha situado la importancia de este trabajo en el ámbito de la búsqueda de vida extraterrestre. «Debíamos averiguar los límites de la resistencia de la forma de vida más dura«, ha asegura el investigador. «Un gran número de especies, o incluso géneros enteros, pueden extinguirse, pero la vida en su conjunto continuará», ha sentenciado Sloan.