El declive de las abejas y su relación con los pesticidas

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Un tipo común de pesticida sería el culpable de los problemas que enfrentan las poblaciones de abejas y abejorros, según sugieren dos estudios recientes.

Un tipo común de pesticida sería el culpable de los problemas que enfrentan las poblaciones de abejas y abejorros, según sugieren dos estudios recientes. De todas formas, las investigaciones no explican todas las razones detrás de la disminución de las abejas y varios expertos señalan que uno de los estudios está lejos de ser convincente.

La nueva investigación sugiere que los productos químicos utilizados en los pesticidas -diseñados para atacar el sistema nervioso central de los insectos- reducen el peso y el número de reinas en las colmenas de abejorros. Los pesticidas también causarían que las abejas se desorienten y no regresen a sus colmenas, concluyen los investigadores.

Ambas investigaciones (una sobre abejas y otra sobre abejorros) fueron publicadas hace un par de semanas atrás por la revista Science. Incluso justo un par de días antes, activistas presentaron una petición con más de un millón de firmas pidiendo al gobierno la prohibición de la clase de pesticidas llamados neonicotinoides. La Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos está re-evaluando los químicos presentes en el pesticida.

Durante más de una década, los polinizadores de todo tipo han ido en descenso, en general debido a la perdida de su hábitat y quizás por el uso de los pesticidas. Pero en los últimos cinco años, un nuevo problema comenzó a aquejar a las abejas y sus colmenas: el Colony Collapse Disorder. En años recientes este problema se ha observado un poco menos, según señala Jeff Pettis, investigador jefe en temas de abejas del Departamento de Agricultura estadounidense.

Otros estudios también han encontrado problemas con el pesticida mencionado en estas nuevas investigaciones y marcan el camino para una completa re-evaluación de los plaguicidas y sus componentes, de acuerdo con el entomólogo May Berenbaum, profesor de la Universidad de Illinois -sin relación con los estudios publicados.

En el estudio sobre las abejas, científicos franceses colocaron diminutos radiotransmisores en las abejas encargadas de la polinización. Se rastreo cuando entraban y salían de la colmena y aquellos especímenes con trazas de neonicotinoides presentaron de dos a tres veces más posibilidades de no volver. A pesar de no tener idea de a dónde se fueron las abejas, según declaró el autor del estudio, Mickael Henry, ecologista del Instituto Nacional de Agricultura francés.

En el estudio sobre abejorros, investigadores británicos administran el pesticida a los insectos y trasladan sus colmenas al campo.  Tras seis semanas, se encontró que las colmenas tratadas con pesticida eran un 10% más ligeras que aquellas que no estuvieron en contacto con el químico. Lo más grave fue que las colmenas que tenían pesticida perdieron alrededor del 85% de sus reinas.

Bayer Crop Sciences, principal productor de neonicotinoides, químico usado en el 90% de los cultivos de maíz en Estados Unidos, aseguró que su producto es seguro. El ecotoxicólogo de la empresa, David Fischer, dijo que en el estudio realizado con abejas se usaron cantidades elevadas del producto químico, las cuales no concordarían con las que se usan en los cultivos de granos que las abejas normalmente polinizan.

Berenbaum, Pettis y un tercer científico señalaron que el estudio con abejorros era el más convincente y metodólogicamente correcto, ya que usó dosis bajas de pesticida y no realizó suposiciones.

Fischer señaló que quizás los abejorros son más sensibles a los pesticidas y que el tema merece mayor investigación. Indicó que Bayer es uno de los mayores productores de canola en Canadá y que ahí se usa el pesticida. Al respecto aseguró que las abejas que polinizan los campos de Bayer son “algunas de las más sanas en todo Canadá”.

Pero los activistas ambientales y apicultores piensan diferente. “El simple hecho es que sabemos lo suficiente como para tomar medidas decisivas sobre este tipo de plaguicidas que cubre más de 143 millones de hectáreas de campo en Estados Unidos”, dijo Heather Pilatic, codirectora de la Pesticide Action Network North America.

La Agencia de Protección Ambiental estadounidense (EPA), en una declaración preparada, dijo que el declive en la salud de las abejas se debe a “interacciones complejas” que involucran: fuentes inadecuadas de alimentos; enfermedades causadas por parasitos y virus; perdida de hábitats y prácticas en el manejo de las abejas, así como los pesticidas.

Las abejas son necesarias para polinizar frutas, vegetales y nueces. Sin ellas, los expertos señalan que nuestra dieta seria muy sosa. Las abejas, las cuales no son nativas de Estados Unidos, son manejadas por apicultores profesionales, acarreadas desde las granjas hasta las huertas y criadas para producir miel. Los abejorros, que si son nativos del país, son los polinizadores silvestres. Sin abejas, Estados Unidos “sería una sociedad plagada de escorbuto”, finalizó Berenbaum.