
Hormigas en busca de oro: un tráfico sin precedentes sacude Kenia
04/05/2025Por Maceo Ouitona
Un tráfico tan inusual como lucrativo acaba de sacudir Kenia: miles de hormigas reinas, extraídas ilegalmente de su hábitat natural, fueron incautadas cuando se disponían a abandonar el país. Un caso inédito que expone un mercado negro poco conocido pero en auge y reaviva el debate sobre la biopiratería de especies africanas.
En Kenia ha estallado recientemente un caso extraordinario que revela un comercio aún poco conocido: el de los insectos exóticos. El 5 de abril de 2025, cuatro personas, entre ellas dos ciudadanos belgas, un ciudadano vietnamita y un ciudadano keniano, fueron arrestadas por intentar exportar ilegalmente miles de hormigas reinas. Este juicio, calificado de «histórico» por las autoridades de vida silvestre de Kenia, revela los excesos de la biopiratería y los enormes riesgos financieros que rodean a ciertas especies locales muy buscadas por los coleccionistas.
Un tráfico discreto pero lucrativo
Los hechos son tan insólitos como graves. En Naivasha, los servicios de protección de la biodiversidad de Kenia han incautado alrededor de 5.000 hormigas raras, cuidadosamente empaquetadas en 2.244 tubos rellenos de algodón. Este sistema permitió mantener la humedad necesaria para el transporte de los insectos, prueba de una logística bien engrasada. Entre los ejemplares incautados se encontraban numerosas hormigas reinas, originarias de Kenia, Tanzania y Etiopía. Algunos miden hasta 25 mm y pueden alcanzar el vertiginoso valor de 200 euros cada uno en el mercado negro. Una actividad ilícita que resulta aún más rentable considerando que la demanda mundial de insectos exóticos como mascotas está en auge.

Los acusados, los belgas Lornoy David y Seppe Lodewijckx, el vietnamita Duh Hung Nguyenp y el keniano Dennis Ng’ang’a, se declararon culpables ante el tribunal de Nairobi. Su aparición fue testigo de una escena surrealista: imágenes que mostraban miles de tubos conteniendo las preciadas hormigas alineados afuera del tribunal. Se espera que su sentencia se conozca el 23 de abril.
Kenia se enfrenta a la amenaza de la biopiratería
Las autoridades kenianas reaccionaron enérgicamente y describieron el juicio como histórico. Destaca los crecientes peligros de la biopiratería, este saqueo moderno de la biodiversidad africana orquestado por redes transnacionales. Si bien los elefantes y los rinocerontes han estado protegidos de la caza furtiva durante mucho tiempo, especies más discretas, como los insectos, hasta ahora han escapado al escrutinio público. Este caso pone de relieve la urgencia de ampliar la lucha contra el tráfico de especies más allá de los mamíferos emblemáticos y de fortalecer la legislación existente.
Además de las cuestiones jurídicas, este caso también plantea importantes preocupaciones ecológicas. Las hormigas juegan un papel esencial en los ecosistemas: fertilizan los suelos, limpian los bosques y regulan otras especies. La recolección masiva de reinas compromete su capacidad reproductiva y puede alterar los hábitats naturales. Kenia, rica en biodiversidad, debe por tanto proteger no sólo su patrimonio faunístico, sino también su capital ecológico, cada vez más codiciado por los traficantes extranjeros.
