La nueva norma UNE 56418:2016 regula el protocolo de actuación en cascos urbanos afectados por termitas subterráneas
El documento técnico publicado por la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) establece una recomendación de protocolo de actuación a seguir por las administraciones públicas, organizaciones y empresas de control de plagas. Esta nueva normativa pretende sistematizar las intervenciones de control de plagas de xilófagos tanto en edificios como en entornos de núcleos urbanos.
Con el objetivo de facilitar a las empresas y prescriptores métodos de actuación en casos de ataques de termitas subterráneas en entornos urbanos, el Comité Técnico de AENOR AEN/CTN 56 Madera y Corcho ha publicado la Norma UNE 56418: “Protocolo de actuación en cascos urbanos afectados por ataques de termitas subterráneas”. Se trata de un documento destinado a servir de base para el tratamiento de todos los agentes xilófagos y que permita abordar este problema concreto.
La nueva Norma 56418 nace con la vocación de sistematizar las intervenciones de control de plagas de termitas subterráneas en áreas urbanas, tanto en los edificios como en sus entornos, a través de la definición de una serie de requisitos básicos que ayuden tanto a la hora de realizar un diagnóstico como de ejecutar un tratamiento, licitados de forma independiente.
Asimismo, se indican una serie de medidas adicionales a aplicar de forma opcional, así como una serie de notas acerca de las inspecciones de edificios en rehabilitación, control de los materiales de madera y el propio uso de la madera en construcción, además de facilitar información precisa sobre termitas y los métodos de tratamiento de estos xilófagos.
Las termitas
Las termitas, presentes en las zonas tropicales y subtropicales del planeta, son una plaga frecuente que afecta especialmente a las construcciones localizadas en los cascos antiguos de las ciudades. Estos insectos, que se alimentan de la celulosa contenida en la madera, han atacado pueblos enteros y representan una de las agresiones más peligrosas que pueden sufrir las estructuras de madera de un edificio, ya que los daños permanecen en la mayoría de las ocasiones ocultos. Son capaces de atravesar cualquier material, incluido el hormigón, y al ser una plaga silenciosa -ni se ven ni se oyen- su capacidad de actuación es aún más rápida. Cuando se detectan, generalmente, ya han destruido la construcción en sí.
Las termitas cumplen una importante función en la naturaleza degradando la madera muerta, pero en nuestras viviendas, edificios y ciudades, al alimentarse de la madera que contienen vigas, parqués, marcos de puertas y ventanas, muebles, obras de arte, papeles, etc… son una plaga a combatir por los cuantiosos daños estructurales y pérdidas económicas que pueden llegar a ocasionar y que se cifran anualmente en millones de euros.
Detección y prevención unidos a la innovación en el sector
Las termitas son insectos sociales que viven en colonias y que tienen una gran capacidad de reproducción. No son fáciles de localizar ya que huyen de la luz y sólo, en algunos casos, puede delatarlas una especie de cordón terroso pegado a la pared o a las cornisas o voladizos. Si golpeamos alguna de las zonas que podrían estar afectadas y se rompe o se queda hueco, casi con toda seguridad estará plagado de termitas. A diferencia de la
carcoma, ésta no suele dejar agujeros que delaten su presencia, de ahí que sea más difícil
su detección. Las más peligrosas son las termitas subterráneas, presentes en España y que pueden llegar a provocar graves daños en relativamente poco tiempo.
Los lugares carentes de ventilación, con humedad, y en general, faltos de mantenimiento y limpieza, son el hábitat idóneo para su asentamiento. En materia preventiva, se recomienda, entre otras medidas, controlar que no se produzcan humedades en las viviendas y, en caso de inundación, el área afectada debe secarse con la mayor celeridad posible por medio de ventilación y calor para que las termitas no ataquen los rodapiés, el parqué o los cercos de las puertas. No obstante, lo más aconsejable será recurrir a expertos en el tratamiento de esta plaga que, en caso de no tratarse con los métodos adecuados, puede perdurar por mucho tiempo en el edificio.
En este sentido, se confía en que el avance de nuevas formas de detección seguirá creciendo a buen ritmo al igual que lo ha hecho en los últimos tiempos. Una de las últimas innovaciones que se han incorporado al sector posibilita la visualización previa del estado de las estructuras de los edificios. Otras están encaminándose a la posible aplicación de georadares que permitan fotografiar los elementos por dentro.